La RAE nos define conflicto como: enfrentamiento, combate, pelea. Seguro que tú en algunas ocasiones te has sentido parte de un conflicto, ya sea con otra persona (externo) o contigo mismo/a (interno), o puede que incluso lo estés ahora mismo.
Es una situación, cuanto menos, incómoda, ya que nos suele sacar de nuestra necesaria integración social, afectando a nuestra seguridad y autoestima, además, muchas veces nos sentimos sin herramientas suficientes para afrontarlas, impotentes, incapaces. Por eso, en ésta ocasión te planteo un ejercicio con el que poder comenzar a enfriar y resolver el conflicto que ahora mismo te preocupa y ocupa el pensamiento: escribir una carta, relato o cuento. Lógicamente su importancia no está en la escritura, da igual si escribes mejor o peor, su importancia radica en poder volcar las preocupaciones, pensamientos y temores, ya sólo escribirlos ubicando toda la información interesante, nos ayuda a racionalizar lo que está sucediendo.
La única norma que hay que cumplir es evitar incorporar todo aquello que proporcione más temor, culpabilidad, falta de respeto a ti o al otro, lo importante es basarse en ideas positivas, constructivas, que proporcionen serenidad. Protegidos por la ficción, podemos desarrollar e imaginar cómo resolvemos nuestros problemas y como construimos la realidad que, realmente, queremos conseguir, así aflorarán, de la mano de nuestro protagonista, muchos más recursos y medios para resolver la situación que ahora mismo nos preocupa y de ésta manera nuestro inconsciente se llena de esa seguridad que tanta falta nos hace.
Te doy la frase de comienzo, continúa tu libremente: “Conozco un caso…”