Seguro que o tienes, o has tenido, algún compañero o compañera con la que no te llevas bien y no has sabido cómo solucionarlo y poder convivir con esa persona. De hecho puede que ese mal clima laboral te esté afectando a nivel personal, pues no te pierdas éste artículo ya que te voy a dar unas cuantas pistas para “lidiar” con esa persona:
1. Saber qué busca. Lo primero a identificar es qué es lo que busca con su comportamiento, como decimos en Inteligencia Emocional, cuál es la intención positiva (para él o ella) de su comportamiento. Aquí tienes algunos ejemplos pero, por supuesto, puedes descubrir más:
– Llamar la atención y ser el protagonista de toda conversación o tema que se trate. – Marcar sus propios tiempos, es esa persona que “va por libre” en los plazos, en la llegada a las reuniones, le da igual lo establecido, el/ella establece los tiempos a su aire. – Alimentarse con el morbo del chisme. Se lo pasa bien y es su entretenimiento. – Descalificar y dejar a la gente en ridículo, sea lo que sea que se plantee no estará de acuerdo. – No hacer su trabajo, es vago/a y hace sus tareas con desgana por lo que saldrán mal. – Manipular para salirse con la suya. Este es uno de los perfiles más nocivos y peligrosos.
La mayoría de estas actitudes proviene de personas con mucha inseguridad y muy baja autoestima. Se comportan así para hacer miserable la vida de otros y sentirse menos insatisfechos consigo mismos.
2. Tener claro si el problema es contigo. Si detectas que no sólo te ataca a ti será más fácil darle solución ya que podrás tener apoyo social para cambiar su comportamiento. En caso contrario tendrás que enfocarte en analizar qué sucede, cómo te afecta y cómo responder con inteligencia a las agresiones.
3. Gestiona tus emociones. En esta situación tu autoestima está en peligro, por lo que es más importante que nunca que la refuerces (si es necesario acudiendo a un profesional), detectes qué emociones te está generando esta situación y plantees estrategias para estar bien.
4. Ponle freno. Cuando permitimos que una persona nos moleste una y otra vez, nos vamos llenando de enojo y frustración y esa persona se va empoderando al ver que no ocurre nada que lo frene. ¿Recuerdas el refrán “Más vale una vez colorado que cien veces amarillo”?, entonces no lo dejes pasar.
5. Intenta no quejarte a los compañeros. Primero te escucharán, pero con el tiempo pensarán que eres una persona quejica y problemática. Si hablar del tema en la oficina no va ayudar a arreglarlo, háblalo pero con otras personas no implicadas directamente.
6. Ante los ataques, amabilidad. Lo normal, que además es lo que busca la otra persona, es que respondas a sus ataques de manera agresiva, sin embargo eso te pondrá a ti en una situación mucho más complicada. Lo que menos se va a esperar es que mantengas la calma, eso le dejará sin armas. Céntrate más en ti y en lo que ganas con tu comportamiento y observa qué ocurre.
Beatriz Troyano Díaz.
Directora de la Escuela Europea de Habilidades Sociales & Remodelatuvida.