Volvemos de nuestras vacaciones, de la playa, la desconexión, el tiempo libre, pues qué mejor momento, ahora, cuando nuestro ánimo está intentando bajar y estresarse que aprovechemos para hacer ejercicio, a respirar profundamente y a recargar esa energía que la vuelta nos quita.
Pero ¿cuál es el efecto del ejercicio en nuestras emociones y qué ejercicio te viene bien?.
Las hormonas denominadas de la felicidad son las endorfinas, las cuales se multiplican en los momentos en los que disfrutamos con lo que hacemos, ayudando a nuestro sistema inmunológico a que esté fuerte, y haciéndonos más fuertes a nosotros frente al estrés. Y, aunque hay varias maneras de estimular éstas sustancias químicas que genera el cuerpo, la más inmediata es mediante el ejercicio físico.
Además según la “Hipótesis de la Distracción” (Bahrke y Morgan, 1978) durante el tiempo en que realizamos una actividad física, nuestra mente está concentrada en lo que está haciendo y olvidamos de manera temporal lo que nos preocupa.
Pero de todos los tipos de ejercicio físico que existen, ¿cuál te beneficia más?, haz un listado de al menos tres actividades que te gusten: pasear, bailar, hacer natación, practicar Pilates, jugar al futbol, hacer taichi… todo tipo de deporte es bienvenido y plantéate realizarlo al menos un día a la semana, si posteriormente lo puedes ir subiendo gradualmente ¡estupendo! pero comienza por metas realistas, es mejor que hagas una hora a la semana de manera constante a que hagas cinco una semana y a la semana siguiente hayas tirado la toalla.
¿Qué día vas a empezar?
Beatriz Troyano Díaz.
Socióloga Coach Personal y Profesional.