¿Te has sentido en alguna ocasión trabajando solo pero perteneciendo a un equipo?, ¿a qué te ha llevado esa situación?, ¿cómo te sentías?.
Seguro que te diste cuenta que para que existan un buen equipo es necesario implicación, esfuerzo, motivación, un buen liderazgo y tener conciencia de equipo, sin embargo, ¿qué es la conciencia de equipo?.
Una forma muy clara para verlo es a través de la metáfora de la sala de biblioteca del libro “Coaching de Equipos” de César Piqueras y Enric Arola.
“Un buen día invitáis a un curiosos forastero a visitar vuestra biblioteca (en la que está todo el conocimiento que tenéis sobre vosotros mismos). Es alguien que entiende de bibliotecas y de equipos y por lo tanto disfruta enormemente buceando entre volúmenes de libros llenos de conocimiento. Una tarde, buscando entre las diferentes estanterías, descubre una que está llena de polvo y pegada a una pared. Cuando toma uno de los libros allí depositados, ve que detrás del mismo emerge un haz de luz. Sorprendido, el forastero te llama a ti y a todo tu equipo.
Con la ayuda de todos, retiráis la pesada estantería y descubrís una pequeña puerta de madera que existía detrás de la estantería. Por su aspecto, parece que nadie había entrado nunca allí hace mucho tiempo. Por suerte, el cerrojo no está echado y se puede pasar a través de ella. El forastero os invita a pasar uno a uno y por último accede él. El equipo queda asombrado. Justo al lado de la sala en la que habéis estado toda la vida, hay otra sala adyacente, de un tamaño considerable y también llena de libros. Llena de conocimiento sobre vosotros mismos. Este hecho os hace sentir tremendamente bien, todos lo celebráis con distintos signos de alegría. Vuestro nivel de conciencia ha aumentado, gracias a esta nueva sala, ahora podréis conoceros todavía mejor como equipo, podréis tomar mejores decisiones. El equipo está sorprendido y de alguna forma agradecido al forastero que ha hecho posible este nuevo descubrimiento.
El forastero, sin embargo, lejos de embriagarse ante cualquier agradecimiento, advierte al equipo:
Si este conocimiento ha estado siempre a vuestra disposición, pero no lo habéis utilizado… ¿Imagináis cuánto conocimiento habrá todavía por descubrir entre estos muros? ¿Quién os puede asegurar que no hay más libros en otras salas escondidas de esta biblioteca? ¿Quién podría asegurar que no hay más bibliotecas que hablan sobre vosotros?
El equipo reacciona con muestras de incertidumbre. Si el forastero tiene razón, es posible que todavía les quede mucho por aprender sobre ellos mismos, es posible que sólo están conociendo únicamente la punta del iceber. A partir de entonces, todo el equipo decide que además de las tareas del día a día, dedicarán periódicamente distintos momentos a encontrar nuevo conocimiento sobre ellos mismos. Ya que este conocimiento puede estar tan escondido que sea necesario mucho tiempo e incluso varios intentos para descubrirlo realmente”.
La inteligencia colectiva trasciende a las inteligencias individuales. Pero aquí hay una gran condición y es que se respeten las diferencias y se construya sobre ellas.
¡Te animo a construir!
Beatriz Troyano Díaz.
Directora de la Escuela Europea de Habilidades Sociales & Remodelatuvida.